El segundo día del encuentro, los participantes, divididos en grupos lingüísticos, tuvieron la oportunidad de realizar algunas visitas culturales que les permitieron conocer un poco mejor los principales lugares de devoción y espiritualidad que conforman este emblemático destino de peregrinación.
Comenzando por la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, las visitas culturales tuvieron como objetivo sumergir a los participantes en la espiritualidad y la historia de Fátima. Allí fue posible contemplar la sepultura de los Santos Francisco y Jacinta Marto, así como la de la Venerable Lucía de Jesús.
El recorrido continuó hacia la Capilla de las Apariciones, el «corazón» del Santuario. Erigida en 1919 en el lugar exacto donde la Virgen María se apareció a los tres pastorcillos, allí podrá rezar ante la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Fátima y conocer la historia de esta pequeña capilla, restaurada tras un atentado en 1922.
También destaca la Basílica de la Santísima Trinidad, un edificio contemporáneo inaugurado en 2007 con capacidad para acoger a más de 8.500 peregrinos. El edificio, con su vasto espacio circular, está marcado por un simbolismo que hace referencia a la comunión con la Iglesia Universal.
La Galilea de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, un espacio de reflexión e introspección decorado con paneles de azulejos de Álvaro Siza Vieira, también se incluyó en el itinerario. El lugar da acceso a la exposición temporal «Rosarium: alegría y luz, dolor y gloria – El Rosario como camino hacia la paz», que se exhibe hasta octubre de 2024.
Los participantes visitaron también las plazas de Pío XII y Juan Pablo II, donde hay estatuas en honor de Papas y Obispos que han marcado la historia de la Iglesia y la devoción a Nuestra Señora de Fátima.
A lo largo del recorrido, los participantes también visitaron la Cruz Alta, una imponente estructura de 34 metros de altura, así como el Área de Oración, un espacio dedicado a celebraciones y momentos de recogimiento.
También se destacaron el Memorial Formigão/Fischer y el Muro de Berlín, que conmemoran acontecimientos históricos y figuras importantes en la difusión del mensaje de Fátima, así como la exposición permanente del Museo del Santuario de Fátima, que preserva y divulga la memoria de las apariciones.
En el Presbiterio del Área de Oración, proyectado por el arquitecto griego Alexandros Tombasis y la arquitecta Paula Santos, y con capacidad para 120 concelebrantes, los participantes pudieron contemplar la cruz y la escultura del Cristo crucificado de Filip Moroder Doss. En cuanto al monumento al Sagrado Corazón de Jesús, dada su ubicación en el centro geográfico del Santuario, fue posible reflexionar sobre la centralidad de Jesucristo en el mensaje de Fátima.
Las visitas, que incluyeron también el Centro de Prensa y el conjunto arquitectónico de la Columnata, concluyeron con el visionado de la película «Fátima, un soplo del Espíritu», que muestra el mensaje que Nuestra Señora dejó en Cova da Iria durante las apariciones de 1917. La película termina destacando la actualidad del mensaje de Fátima.
Las visitas culturales, enmarcadas en el IX Congreso Internacional de María Auxiliadora, fueron así un importante momento de renovación y comunión para todos los participantes.
Vía Crucis: expresión de fe
En este segundo día, los participantes también tuvieron la oportunidad de realizar el Vía Crucis, recordando el camino que Jesús recorrió hasta su muerte en la Cruz. En un momento de profunda espiritualidad, los grupos llevaron su cultura y sus lenguas al corazón de la celebración, transformando cada estación en una expresión de su fe.