Conferencia: «Fátima: historia y mensaje»

30 de agosto, 202409:30 - 10:15Auditório
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Introducción

Las apariciones marianas o marianofanías siempre crean algún malestar a los teólogos que, por esta razón, generalmente no les prestes especial atención. Incluso en el campo de la reflexión teológica sobre María, a menudo falta una reflexión teológica sobre este fenómeno. Esta desconfianza se debe al prejuicio de que tales fenómenos nos distraen de lo esencial de la fe cristiana, deteniéndonos en lo secundario. Sin embargo, se trata de un prejuicio que no resiste una evaluación objetiva.

En el caso específico de Fátima, su mensaje conduce precisamente a lo esencial de la fe cristiana; «refleja, desde diferentes puntos de vista, el corazón mismo de la revelación». 1 En el mensaje de Fátima y en los testimonios de los tres videntes, hay un «nexus mysteriorum»: allí están las dimensiones fundamentales de la autocomunicación del Dios Uno y Trino y de la libre respuesta de fe del hombre y de la mujer a él. intersectar 2 . El mensaje de Fátima nos lleva a lo esencial de la fe cristiana y «nos permite profundizar en la lógica más radical de la revelación de Dios Trinidad: el amor de Dios que se manifiesta como misericordia para superar, desde dentro, los dramas de la humanidad». historia» 3.

En esta breve presentación comenzaremos con la historia de Fátima: el evento y sus interpretaciones. En segundo lugar, nos centraremos en el contenido del mensaje y la espiritualidad que de él se desprende.

 

Historia

En lo que a historia se refiere, es importante comenzar con los acontecimientos que dieron origen al fenómeno de Fátima.

Las fuentes fundamentales para comprender las apariciones son las siguientes:

  • en primer lugar, las Memorias de Sor Lucía, textos imprescindibles a través de los cuales, en un relato en primera persona, conocemos la experiencia de las videntes: LÚCIA DE JESÚS, Memorias, Edición crítica de Cristina Sobral, Fátima, Santuario de Fátima, 2016;
  • El testimonio de Sor Lucía no prescinde del contacto con los interrogatorios a las Videntes en 1917: Documentación Crítica de Fátima I: Interrogatorios a las Videntes, 2ª edición, Fátima, Santuario de Fátima, 2013.

Una herramienta útil para quien quiera conocer el acontecimiento de cada una de las apariciones, recopilando y comparando críticamente las Memorias de Sor Lucía y los interrogatorios, así como otra documentación relevante, es el trabajo del ex jefe del Departamento de Estudios del Santuario. Luciano Coelho Cristino: Las apariciones de Fátima: reconstrucción a partir de los documentos, (2ª edición, 2022 ) 4 .

El Santuario de Fátima nació de un fenómeno sobrenatural – así lo entendieron los implicados y fue reconocido como tal por la autoridad eclesiástica competente – compuesto por una serie de hierofanías. Los videntes de Fátima eran tres niños en 1917: Lucía, Francisco y Jacinta. Lucía era prima de los dos hermanos Francisco y Jacinta. Eran del pueblo de Aljustrel, en la parroquia de Fátima, y eran pastores del rebaño de ovejas de su familia.

Es importante afirmar lo obvio, porque a menudo damos por sentado lo que no lo es.

En la historia de Fátima encontramos tres ciclos de apariciones:

  • el ciclo de las apariciones del Ángel, en 1916;
  • el ciclo de las apariciones marianas de 1917, que constituyen la parte más importante de las apariciones de Fátima y han sido explícitamente reconocidas por la autoridad competente como «dignas de crédito»;
  • y el ciclo cordimariano, que desarrolla, concreta y complementa aspectos de las apariciones marianas; En este ciclo, la única vidente es Lucía.

En 1916 se produjeron tres apariciones del Ángel, que se presentó como el «Ángel de la Paz» y más tarde también como el «Ángel de Portugal». La primera aparición tuvo lugar en primavera, en fecha desconocida, y en esta aparición, el Ángel enseñó una oración a los Pastorcitos. Meses después, en verano, tuvo lugar la segunda aparición, en la que el Ángel exhortó a los videntes a la oración y reparación. En otoño, el ángel apareció por tercera vez, trayendo a los videntes la comunión eucarística. Les enseñó una segunda oración trinitaria de adoración.

Al año siguiente, en 1917, hubo seis apariciones de Nuestra Señora, una en cada mes, de mayo a octubre.

La primera aparición tuvo lugar el 13 de mayo, en el lugar llamado Cova da Iria, donde hoy se encuentra el Santuario de Fátima. En esta aparición, la Virgen María afirma que viene del Cielo y dice a los pastorcitos: «He venido a pediros que vengáis aquí durante seis meses seguidos, el día 13 a la misma hora, y luego os diré tú quién soy y lo que quiero» 5 . Les pide que recen el Rosario todos los días y este será el pedido que les haga con más frecuencia, repetido en cada una de las seis apariciones.

En la segunda aparición, el 13 de junio, Nuestra Señora prometió llevar pronto al cielo a los videntes Francisco y Jacinta, pero le dijo a Lucía que debía quedarse más tiempo y le encomendó una misión: «Jesús quiere utilizarte para hacerme conocida y amada». Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón” 6 .

La tercera aparición, en julio, es la famosa aparición del llamado «secreto de Fátima», cuya tercera parte, que habla de la persecución de la Iglesia, no se conoció hasta el año 2000.

La cuarta aparición fue la única que no tuvo lugar el 13 de agosto, porque el Administrador Municipal – Vila Nova de Ourém – se había llevado a los pastorcitos, impidiéndoles estar en Cova da Iria el día 13, para convencerlos de que revelaran el secreto para él. La aparición tuvo lugar en Valinhos, cerca de Aljustrel, el 19 de agosto.

La quinta aparición tuvo lugar el 13 de septiembre, nuevamente en Cova da Iria.

Finalmente, la sexta aparición, el 13 de octubre, es la aparición del milagro del sol, vista por una multitud de entre 50.000 y 70.000 personas. En esta aparición, Nuestra Señora se presentó como la Señora del Rosario y pidió: «Quiero decirles que construyan aquí una capilla en mi honor» 7 . De esta petición de Nuestra Señora nació el Santuario de Fátima: primero, en 1919, se construyó la pequeña capilla de las Apariciones, luego la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, el gran espacio de oración y, finalmente, la Basílica de la Santísima Virgen. Santísima Trinidad.

También hubo una séptima aparición, pero fue personal y no debe confundirse con estas: fue una aparición de Nuestra Señora a Lucía, después de la muerte de Francisco y Jacinta, el 15 de junio de 1921. Lucía se disponía a dejar Fátima para bien.

Por último, tenemos el ciclo cordimariano, de 1925 a 1929, cuando Lucía ya era monja dorotea y se encontraba en España.

En 1925, en Pontevedra, Nuestra Señora habló de la devoción de los primeros sábados de cada mes.

En 1929, en Tuy, una nueva aparición pidió la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María.

Cuando hablamos del «mensaje de Fátima», nos referimos ante todo al contenido de estas apariciones, pero también al testimonio de vida de las videntes, dos de las cuales fueron canonizadas.

Desde las apariciones de Nuestra Señora, multitudes han acudido en masa a Fátima. El período de 1919 a 1930 vio la construcción del Santuario, la configuración de prácticas de culto y el disciplinamiento y organización de las peregrinaciones.

Pero hablemos también de la historia de la interpretación de Fátima. Tratando de simplificar un proceso complejo, podemos identificar cinco fases en el estudio e interpretación del acontecimiento de Fátima 8 . La primera fase marca, inmediatamente después de las apariciones, el período de investigaciones y el proceso canónico de reconocimiento de la autenticidad de las apariciones, que concluyó en octubre de 1930.

La segunda fase, apologética, comenzó en 1923, cuando el proceso canónico aún estaba en marcha, y duró hasta los años 1960. Fue durante este período cuando se publicaron los primeros documentos sobre Fátima, como las Memorias de Sor Lucía y otros textos relevantes. Esta fase apologética produjo una lectura catequética del mensaje de Fátima, enmarcándolo dentro del universo de la doctrina católica, pero aún no una lectura específicamente teológica.

La tercera fase se caracteriza por un enfoque teológico-pastoral, con el fin de lograr una sistematización doctrinal de los grandes temas de Fátima, y por el rigor historiográfico en el tratamiento crítico de las fuentes. El inicio simbólico de esta etapa lo marcó el encargo al claretiano español José María Alonso de elaborar una historia rigurosa de Fátima, a partir de la documentación recogida. Fue durante esta fase cuando se sentaron las bases para la publicación y tratamiento crítico de las fuentes.

La siguiente fase marcó el inicio de la colaboración regular de la Universidad Católica Portuguesa con el Santuario, tanto en la elaboración de la documentación para su publicación como en la organización de congresos, lo que permitió profundizar en las diversas dimensiones del mensaje de Fátima. . Fue durante esta fase que se inició la publicación de la Documentación crítica de Fátima, que comenzó en 1992 y finalizó en 2013. En el mismo año 1992, con motivo de la celebración del 75 aniversario de las apariciones, se celebraron dos congresos internacionales. se llevaron a cabo; y después, muchos otros congresos nos permitieron profundizar en diversos aspectos y dimensiones del mensaje de Fátima, creando las condiciones para una lectura teológica más rica del mensaje.

Actualmente estamos en el quinto período: la fase de síntesis crítica de Fátima y su mensaje. Podemos decir que esta fase comenzó con la celebración del 90 aniversario de las apariciones, en 2007, con un congreso con el tema «Fátima para el siglo XXI», que tuvo como objetivo presentar una lectura global de la historia y el mensaje de Fátima 9. Ese mismo año se publicó otra obra de síntesis: la Enciclopedia de Fátima 10 . Este período, que dura hasta hoy, se caracteriza por el paso «del abandono gradual del discurso político sobre Fátima a la aparición gradual de síntesis interpretativas del fenómeno» 11 .

El Centenario de las Apariciones ofreció la oportunidad de evaluar el status quaestionis de la investigación sobre Fátima en sus diversas dimensiones, y los años que siguieron permitieron continuar este trabajo. Recuerdo dos congresos internacionales sobre Fátima, con motivo del Centenario de las Apariciones, cuyas actas han sido publicadas:

  • El Congreso Internacional Mariológico-Mariano de la Pontificia Academia Mariana Internacional, que tuvo lugar aquí en Fátima en 2016 12 ;
  • El Congreso Internacional del Centenario de Fátima 13 , promovido por el Santuario al año siguiente.

El mensaje

Dejando la parte histórica, veamos los contenidos fundamentales del mensaje de Fátima.

En el centro del mensaje de Fátima se encuentra el «Evangelio de la Trinidad» 14 . En los gestos y palabras tanto del Ángel de la Paz como de Nuestra Señora,

«Dios se revela en su misterio trinitario, suscitando una respuesta generosa de adoración, entrega y reparación por parte de los pastorcitos […] El acontecimiento de Fátima subraya la representación de Dios como luz que ilumina todas las realidades, como Trinidad que debemos adorar y amar» 15 .

Así, la esencia del mensaje de Fátima es «el despertar a la urgencia de centrar radicalmente nuestra vida en Dios, como único que debe ser amado y adorado» 16 . La manera de hablarnos de Dios, de la Santísima Trinidad, y de conducirnos a él no son conceptos teológicos ni discursos especulativos, sino el camino de una intensa experiencia espiritual 17 .

En la época de las Apariciones florecían ideologías y regímenes políticos empeñados en eliminar de una vez por todas a Dios del horizonte de la humanidad, en un ateísmo militante y combativo. Hoy, más insidiosa que esta lucha declarada contra Dios es la indiferencia religiosa, la tendencia a vivir como si Dios no existiera. De manera más o menos discreta, se intenta «borrar» cualquier signo de Dios en el espacio público, llevarlo a la clandestinidad. En este contexto en el que vivimos, sigue siendo relevante y urgente la afirmación clara e inequívoca de la primacía de Dios, Santísima Trinidad, en la vida de los creyentes.

Porque el Misterio Pascual es el acontecimiento culminante de la historia de la revelación y de la salvación, el acontecimiento en el que la paternidad de Dios de su único Hijo se realiza plenamente en el mundo y se revela, y del que brota en el mundo el Espíritu de la filiación divina 18 , es importante resaltar el “horizonte pascual del Mensaje de Fátima”, como lo hace Eloy Bueno de la Fuente:

«Aunque esta perspectiva no haya sido destacada en las publicaciones sobre Fátima, la melodía pascual resuena claramente: luz, belleza, alegría acompañan la presencia de la Señora. Ella se deja ver y oír desde la gloria del Señor Resucitado, a la que ha accedido en cuerpo y alma» 19 .

El carácter pascual del mensaje de Fátima subraya la centralidad de Jesucristo, especialmente en su presencia eucarística. Pero este carácter cristocéntrico del mensaje se manifiesta también en el rezo del rosario, que nos lleva a meditar en los misterios de Cristo, que tienen su centro y pleno significado en el misterio pascual.

Aún dentro de este horizonte trinitario del mensaje de Fátima, es importante subrayar una dimensión pneumatológica y eclesial. Poco después de su peregrinación al Santuario de Cova da Iria, el Papa Benedicto XVI dijo:

«No hay Iglesia sin Pentecostés. Y quisiera añadir: no hay Pentecostés sin la Virgen María. Era así al principio, en el Cenáculo […] Y es siempre así, en cada Lugar y tiempo. Yo también fui testigo de esto hace unos días en Fátima. ¿Qué experimentó esa inmensa multitud en la explanada del Santuario, donde todos éramos verdaderamente un solo corazón y una sola alma? ¿Fue un Pentecostés renovado? Jesús, estaba entre nosotros. Ésta es la experiencia típica de los grandes santuarios marianos: dondequiera que los cristianos se reúnen en oración con María, el Señor da su Espíritu» 20 .

La dimensión eclesial se manifiesta de manera muy explícita en el llamado «Secreto», en la referencia al «Obispo vestido de blanco» y a la Iglesia peregrina y mártir; y está implícito en el pedido de Nuestra Señora de construir una capilla en Cova da Iria, ya que el edificio de la iglesia es siempre símbolo de la Iglesia de piedras vivas que allí se reúne para celebrar la presencia de Jesucristo; y se expresa en la participación en las celebraciones sacramentales, expresión siempre por excelencia de la Iglesia.

El mensaje de Fátima tiene también una clara dimensión sacramental, centrada sobre todo en la Eucaristía. El mensaje de Fátima es profundamente eucarístico. Si el ciclo angélico de 1916 fue el «preludio eucarístico» del mensaje, el ciclo cordimariano, especialmente en la aparición de Tui en 1929, constituye su «epílogo eucarístico» 21 .

Es significativo señalar que es en el horizonte trinitario donde se sitúa la dimensión eucarística del Mensaje de Fátima. La Eucaristía es sacramento eficaz no sólo de la presencia viva de Cristo, sino también de la Santísima Trinidad y de nuestra incorporación a este misterio de comunión salvadora. La Santísima Trinidad es origen y fin de la Eucaristía: en el Padre, por el Hijo, en el Espíritu está la verdadera fuente y culminación de todo el misterio eucarístico 22 . Esto es lo que subraya con particular vehemencia el Mensaje de Fátima.

Además de la Eucaristía, en el mensaje de Fátima también tiene una importancia fundamental la celebración del Sacramento de la Penitencia y la Reconciliación. En las apariciones del Ángel y de Nuestra Señora la conversión ocupa un lugar fundamental. Por supuesto, la conversión no se reduce a la celebración del sacramento de la Penitencia, sino que encuentra allí su expresión y cumplimiento sacramental más importante. La propia peregrinación a Fátima está marcada por esta dimensión sacramental relativa a la Penitencia: cada auténtica peregrinación es un camino de conversión, que apunta a la celebración del sacramento de la Penitencia.

Finalmente, es evidente la dimensión mariana de Fátima. Según el testimonio de los videntes, María se presentó como la «Señora del Rosario», se mostró vestida de luz y difundiendo la luz de Dios, y reveló el misterio de su Inmaculado Corazón. P. Alonso, gran estudioso de Fátima, consideraba la revelación del Inmaculado Corazón de María como el «alma del mensaje de Fátima» 23 .

Desde las apariciones del Ángel en 1916, la referencia al Inmaculado Corazón de María ha acompañado todas las apariciones de Fátima. A partir de la aparición de Nuestra Señora en junio de 1917, se convirtió en un elemento fundamental del mensaje. En la aparición de junio, Nuestra Señora encargó una misión a la vidente Lucía: «Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocido y amado. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón». Y le hace una promesa: «Mi Corazón Inmaculado será vuestro refugio y el camino que os conducirá a Dios» 24 . Esta promesa resume los dos aspectos más importantes de la espiritualidad del Inmaculado Corazón de María: la intercesión de María y su ejemplaridad. En la aparición de Nuestra Señora en julio, la revelación se profundiza y, en el contexto del Secreto, se anuncia el triunfo final de su Inmaculado Corazón. En esta aparición, Nuestra Señora promete regresar nuevamente para pedir la comunión reparadora los Primeros Sábados y la consagración de Rusia. La primera petición se hizo en la aparición de Pontevedra (España) en 1925; el segundo en la aparición de Tui (España) en 1929.

La invocación del Inmaculado Corazón de María se entiende a la luz del significado bíblico de «corazón». En la Biblia, el corazón es el «sacramento» de la persona, que manifiesta su unicidad más íntima y absoluta ante Dios y ante los demás. En el Inmaculado Corazón de María se aborda todo su ser y misterio. El corazón designa la persona misma de la Virgen María; su «ser» íntimo y único; el centro y fuente de su vida interior: la inteligencia y la memoria, la voluntad y el amor. En su comentario teológico a la tercera parte del Secreto de Fátima, el entonces Cardenal J. Ratzinger, más tarde Papa Benedicto XVI, dice:

«El término «corazón», en el lenguaje de la Biblia, significa el centro de la existencia humana, confluencia de razón, voluntad, temperamento y sensibilidad, donde la persona encuentra su unidad y orientación interior. El «corazón inmaculado» es, según Según Mt 5, 8, un corazón que, a partir de Dios, ha alcanzado la perfecta unidad interior y, en consecuencia, «ve a Dios». Por tanto, la «devoción» al Inmaculado Corazón de María es acercarse a esta actitud del corazón, en la que se cumple el fiat. – «hágase tu voluntad» – se convierte en el centro conformador de toda existencia.» 25

 

Una “espiritualidad de Fátima”

Las diversas dimensiones enumeradas –trinitaria, cristológica y pascual, pneumatológica y eclesiástica, sacramental y mariana– son constitutivas de toda verdadera espiritualidad cristiana y se encuentran en el mensaje de Fátima, lo que nos permite hablar de una verdadera espiritualidad de Fátima.

Stefano De Fiores, distinguido profesor de Teología Espiritual y Mariología, comparando a Fátima con el mensaje de otras apariciones, destacó como marca de la originalidad y especificidad de Fátima, entre otros aspectos, la espiritualidad: “las recomendaciones de prácticas de piedad, oración y conversión, Nuestras La Señora de Fátima pasa a una auténtica espiritualidad, condensada en la devoción o consagración a su Inmaculado Corazón” 26 .

Según este autor, Fátima presenta otras características originales, como la perspectiva histórica y política en la que se sitúa, la “preocupación por el futuro” y no sólo por el presente de la vida de la Iglesia y del mundo, la “preocupación universal” influencia sobre la piedad de los fieles e incluso de los obispos y papas” 27 ; pero es sobre todo a nivel de espiritualidad donde Fátima destaca: “Fátima es más que un simple proyecto devocional, porque la Santísima Virgen está interesada en abrazar una auténtica “espiritualidad mariana”, expresada en la consagración a Dios a través del Inmaculado Corazón” . 28

La espiritualidad de Fátima es una espiritualidad mariana 29 , cuyo rasgo más característico es la devoción al Inmaculado Corazón de María, elemento que une las diferentes dimensiones del mensaje.

De las dimensiones enumeradas emergen actitudes que marcan la experiencia espiritual que el mensaje de Fátima desafía. Destacaremos brevemente algunos de ellos.

 

La adoración

La adoración es la actitud religiosa fundamental. Como actitud creyente específicamente cristiana, el culto es siempre acogedor de la revelación de Dios como Santísima Trinidad. El cristiano no adora ninguna fuerza cósmica indeterminada, ninguna divinidad impersonal: adora al Dios unitario, que sale a su encuentro, que se revela a él, manifestando su amor.

En el mensaje de Fátima, la adoración ocupa un lugar particularmente importante y está directamente vinculada a la dimensión trinitaria y eucarística del mensaje. Las tres apariciones del Ángel se centran en la revelación del rostro trinitario de Dios, no de forma especulativa, sino doxológica 30 , a través del culto. Allí, creer, esperar y amar son la forma por excelencia del culto, que “concentra en sí las tres virtudes” 31 . También en las apariciones de Nuestra Señora la adoración aparece como actitud fundamental. En la luz que irradia de las manos de Nuestra Señora, los Pastorcitos experimentan la presencia de Dios, la Santísima Trinidad, que los envuelve completamente, y ellos responden con adoración.

El culto a Dios marca indeleblemente la vida de los videntes, no sólo como un gesto de oración, sino también como una actitud existencial de darle a Dios el lugar central en sus vidas.

 

La reparación

Otra actitud fundamental en la espiritualidad de Fátima es la de reparación: el mensaje de Fátima desafía la experiencia de una espiritualidad reparadora. La reparación aparece, de entrada, en las apariciones angelicales de 1916, ocupa un lugar destacado en las apariciones de Nuestra Señora y se materializa en la respuesta vital dada por los Pastorcitos de Fátima. 32 .

La reparación, que recorre todo el mensaje de Fátima y marca indeleblemente su espiritualidad, es teocéntrica y trinitaria, como aparece explícitamente en las oraciones enseñadas por el Ángel, pero es igualmente cristológica y eucarística; y también es explícitamente mariana: la actitud reparadora está íntimamente ligada al lugar fundamental del Inmaculado Corazón de María en la espiritualidad de Fátima. La devoción de los primeros sábados 33 , específicamente fatimita y que “puede considerarse un compendio de todo el mensaje” 34 de Fátima, es una concreción de esta actitud reparadora hacia María.

La reparación, en el mensaje de Fátima, está profundamente ligada al culto. Adoración y reparación aparecen unidas e inseparables en la espiritualidad de Fátima.

 

Conversión y penitencia

La espiritualidad de Fátima está todavía profundamente marcada por la vehemente llamada a la conversión y a la penitencia. La petición reiterada de que los hombres no ofendan más a Dios, la tristeza de Nuestra Señora como expresión de no indiferencia ante los pecados cometidos, la llamada a la oración y al sacrificio por los pecadores marcan el mensaje de Fátima desde el primero hasta el último momento. En la vida de los pequeños videntes no sólo hay un auténtico movimiento de conversión, que permite crear un retrato diferente antes y después de las apariciones 35 , sino que además la preocupación por la conversión de los pecadores les acompañará permanentemente.

En su comentario teológico a la tercera parte del Secreto, el entonces Cardenal J. Ratzinger dijo: “La palabra clave de esta (tercera) parte del “secreto” es el triple grito: “¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!” Me viene a la mente el comienzo del Evangelio: “Pænitemini et credite evangelio” (Mc 1, 15)”. 36

 

Solidaridad y compromiso con los hermanos

En otro nivel, la espiritualidad de Fátima se expresa también en el compromiso con los hermanos, como expresión de amor. El encuentro con Dios, que es Amor, despierta en los Pastorcitos la propia capacidad de amar 37 . Eloy Bueno de la Fuente recuerda, al respecto, que san Juan de la Cruz decía que a los bienaventurados les parece poco ir solos al Cielo. Jacinta lo expresa en su lenguaje sencillo, en diálogo con Lúcia: cuando ella le recordó que iría al Cielo, como Nuestra Señora le había prometido, Jacinta respondió: “Sí, lo iré […] pero quería que todas esas personas ahí también estaría” 38 . Sor Lucía comentará más adelante que, precisamente porque Dios es Amor, y porque sólo el amor puede unirnos a Dios, “este amor no se contenta con ser feliz; Quiere llevar a otros a compartir con él la misma felicidad” 39 .

Una espiritualidad que se inspira en el mensaje de Fátima tiene necesariamente esta dimensión de solidaridad y compromiso con nuestros hermanos y hermanas. El Papa Benedicto XVI afirmó que Fátima “es una escuela de fe y de esperanza, porque es también una escuela de caridad y de servicio a nuestros hermanos y hermanas” 40 .

 

Conclusión: relevancia del mensaje de Fátima

A más de un siglo de las apariciones de Fátima, surge la pregunta sobre la relevancia de su mensaje. Después de que, en el año 2000, el Papa Juan Pablo II decidiera revelar la tercera y última parte del llamado Secreto de Fátima, muchos anunciaron el fin del interés por Fátima, al entender que era la curiosidad por el contenido de aquel documento lo que mantenía personas relacionadas con Fátima. Por otra parte, parecía que la profecía contenida en el Secreto ya se había cumplido plenamente, por lo que la cuestión del interés de aquel contenido se hacía inevitable.

Durante su peregrinación a este Santuario, en 2010, en su homilía en la misa del 13 de mayo, el Papa Benedicto XVI afirmó:

“Cualquiera que pensara que la misión profética de Fátima estaba cumplida se engañaría. Aquí revive aquel plan de Dios que ha interrogado a la humanidad desde sus inicios: «¿Dónde está Abel, tu hermano? […] La voz de la sangre de tu hermano clama desde la tierra hacia Mí” (Gen4, 9). El hombre puede desencadenar un ciclo de muerte y de terror, pero no puede interrumpirlo… En la Sagrada Escritura, Dios aparece a menudo buscando a los justos para salvar la ciudad humana y hace lo mismo aquí, en Fátima, cuando Nuestra Señora pregunta: « ¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quiera enviaros, en acto de reparación de los pecados con los que Él mismo es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?» (Memorias de Sor Lucía, I, 162)” 41 .

Basta pensar en el tema de la paz, central en el mensaje de Fátima y dramáticamente presente en nuestras vidas hoy; en cambio, la importancia de la oración, que el Papa Francisco eligió como tema de este año de preparación al Jubileo y que está en el centro del mensaje de Fátima; o en el lugar de Dios en nuestras vidas, en este tiempo en el que tantos de nuestros contemporáneos viven como si Dios no existiera… para darnos cuenta de la relevancia de Fátima y su mensaje.

1 Eloy BUENO DE LA FUENTE, El Mensaje de Fátima. La misericordia de Dios: el triunfo del amor en los dramas de la historia, 3.ª edición, Fátima, Santuário de Fátima, 2018, p. 17.
2 Cf. Salvatore M. PERRELLA, Impronte di Dio nella storia. Apparizioni y Mariofanie, Padua, Edizioni Messaggero di Padova, 2011, p. 20.3 BUENO DE LA FUENTE, El Mensaje de Fátima, p. 17.
4 Luciano Coelho CRISTINO, Las apariciones de Fátima: reconstrucción a partir de documentos, Org. André Melícias – Marco Daniel Duarte – Sónia Vazão, Santuario de Fátima, 2.ª edición, 2022.
5 LÚCIA DE JESUS, Memorias: Cuarta Memoria, p. 229.
6 LÚCIA DE JESUS, Memorias: Cuarta Memoria, p. 231.
7 LÚCIA DE JESUS, Memorias: Cuarta Memoria, p. 235.
8 José Eduardo FRANCO, «Fátima, el milagro de la interpretación – I: fases del abordaje gnoseológico», Brotéria 165 (2007) 345-356; José Eduardo FRANCO, «Fátima: el milagro de la interpretación. El milagro del Sol: análisis crítico de la documentación», en Fátima Congreso Internacional para el Siglo XXI, Fátima 2008, 389-435 (aquí, 389-403); para una aproximación crítica a las diversas propuestas de periodización, cf. Marco Daniel DUARTE, «Epistemología de Fátima: escuchar, narrar, leer e interpretar a Fátima a lo largo de un siglo», en Stefano M. CECHIN (Coord.), Fatimensis eventus centum post anos, Nuntius et Praesentia Acta Congressus Mariologici-Mariani Internationalis in civitate. Fatima anno 2016 celebrati, Pontificia Academia Mariana Internationalis, Città del Vaticano 2021, pp. 79-113; Marco Daniel DUARTE, «Historia e historiografía de Fátima: cien años de traducción de un hecho histórico», en Marco Daniel DUARTE – Pedro Valinho GOMES (Coord.), Pensar Fátima. Lecturas interdisciplinarias. Actas del Congreso Internacional del Centenario de Fátima, Vol. I, Santuario de Fátima, Fátima 2021, pp.
9 Congreso Internacional Fátima para el Siglo XXI, Fátima 2008.
10 Carlos M. AZEVEDO – L. CRISTINO (Coord.), Enciclopédia de Fátima, Estoril 2007.
11 Marco Daniel DUARTE, «Historia e historiografía de Fátima: cien años de traducción de un hecho histórico», p. 35.
12 Stefano M. CECHIN (Coord.), Fatimensis eventus centum post anos. Historia, Nuntius et Praesentia. Acta Congressus Mariologici-Mariani Internationalis in civitate Fatima anno 2016 celebrati, Pontificia Academia Mariana Internationalis, Città del Vaticano 2021
13 Marco Daniel DUARTE – Pedro Valinho GOMES (Coord.), Pensar Fátima. Lecturas interdisciplinarias. Actas del Congreso Internacional del Centenario de Fátima, vol. I y II, Santuario de Fátima, Fátima 2021.
14 Bruno FORTE, «El mensaje de Fátima y la Revelación», en A Pastoral de Fátima. Actas del 1er Encuentro Internacional sobre la Pastoral de Fátima, Fátima, Santuario de Fátima 1993, p. 97.
15 Stefano DE FIORES, El secreto de Fátima. Una luz sobre el futuro del mundo, Apelação, 2008, p. 31.
16 José Jacinto F. FARIAS, Un fuego que quema, pero no quema. Un ensayo teológico sobre el Mensaje de Fátima, como contribución para comprenderlo y vivirlo hoy en Portugal, Prior Velho, 2010, p. 69.
17 Cf. António MARTO, La belleza del rostro trinitario de Dios en el Mensaje de Fátima, Coimbra, 2007, p. dieciséis.
18 Cf. François-Xavier DURRWELL, Padre Nuestro, Dios en su misterio, Salamanca, Sígueme, 1992, p. 9.
19 BUENO DE LA FUENTE, El Mensaje de Fátima, p. 154.
20 Discurso de Regina Caeli, 23 de mayo de 2010: http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/pt/angelus/2010/documents/hf_ben-xvi_reg_20100523_pentecoste.html (consultado el 10/04/2024).
21 Cf. R. Schulte STAADE, «Adoración», en A Pastoral de Fátima. Actas del 1er Encuentro Internacional sobre la Pastoral de Fátima en el 75º Aniversario de las Apariciones, Fátima, Santuario de Fátima, 1993, p. 111 (original alemán: págs. 465-471). Las expresiones son del autor, no así la periodización.
22 Cf. Manuel GESTEIRA GARZA, La Eucaristia, misterio de comunión, 5ª edición, Salamanca, Sígueme, 2006, p. 675.
23 Cf. Joaquín María ALONSO, «El Inmaculado Corazón de María, alma del mensaje de Fátima», Efemérides Mariologicae, 22, 1972, pp. 240-303.
24 LÚCIA DE JESUS, Memorias: Cuarta Memoria, p. 231.
25 Joseph RATZINGER, «Comentario teológico», en CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, El mensaje de Fátima. El Secreto, Lisboa, Paulinas, 2000, p. 49.
26 Stefano DE FIORES, «Mariología y Fátima», en AZEVEDO, Carlos Moreira y CRISTINO, Luciano (coords.), Enciclopédia de Fátima, Cascais 2007, p. 337; cf. DE FIORES, El secreto de Fátima, p. 28.
27 DE FIORES, «Mariología y Fátima», págs. 337-338.
28 DE FIORES, El secreto de Fátima, p. 64.
29 Sobre la presencia de María en la espiritualidad cristiana y el significado de la expresión “espiritualidad mariana”, cf. Stefano DE FIORES, Maria nella theologia contemporanea, Roma, 3.ª edición, 1991, pp. 291-338; Johann G. ROTTEN, ‘Cómo puede la espiritualidad ser mariana’, Marian Studies, 52, 2001, págs. 7-52; Cetina MILITELLO, «Una espiritualidad per l’oggi: il modello mariale», Credere Oggi, n. 142, 2004/4, págs. 103-113; Juan IZQUIERDO BIFET, Espiritualidad Mariana. María en el corazón de la Iglesia, Valencia, EDICEP, 2009.
30 Cf. MARTO, La belleza del rostro trinitario de Dios, p. 18.
31 João DUQUE, «Santísima Trinidad, te adoro profundamente. El camino temático para 2011-2012», en Santíssima Trindade, os adoro profundamente. Itinerario temático del Centenario de las Apariciones de Fátima, 1er Ciclo, Fátima, 2010, p. 18.
32 Cf. Stefano DE FIORES, «Reparação», en AZEVEDO, Carlos Moreira y CRISTINO, Luciano (coords.), Enciclopédia de Fátima, Cascais, Principia, 2007, pp. 475-480.
33 Cf. CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS, Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, n. 174; António Maria MARTINS, «La devoción reparadora de los primeros sábados», en Apelación y Respuesta. Semana de Estudios sobre el Mensaje de Fátima, Fátima, 1983, pp. 273-300; Augusto Ascenso PASCOAL, «Sábados, devoción del primero», en AZEVEDO, Carlos Moreira y CRISTINO, Luciano (coords.), Enciclopédia de Fátima, Cascais, Principia, 2007, p. 504-505.
34 PASCOAL, «Sábados, devoción del primero», p. 504.
35 Cf. Jeremías Carlos VECHINA, «La “conversión” de los videntes. Elementos de una crítica teológica de la credibilidad de las apariciones de Fátima», en Fenomenología y Teología de las Apariciones. Actas del Congreso Internacional de Fátima (9-12 de octubre de 1997), Fátima, Santuario de Fátima, 1998, págs. 517-530.
36 RATZINGER, «Comentario teológico», p. 50.
37 Cf. BUENO DE LA FUENTE, El Mensaje de Fátima, p. 220.
38 LÚCIA DE JESÚS, Memorias: Tercera Memoria, p. 189.
39 HERMANA LÚCIA, Cómo veo el mensaje a través del tiempo y de los acontecimientos, Fátima 2007, p. 32.
40 BENEDICTO XVI, Audiencia general del 19 de mayo de 2010: http://w2.vatican.va/content/benedictxvi/pt/audiences/2010/documents/hf_ben-xvi_aud_20100519.html (consultado el 26-06-2024).
41 https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/pt/homilies/2010/documents/hf_ben-xvi_hom_20100513_fatima.html (consultado el 26-06-2024).

Ponente

Foto do Pe. Carlos Cabecinhas, reitor do santuário de Fátima

P. Carlos Cabecinhas

Horario y lugar

  • 30 de Agosto, 2024
  • 09:30 - 10:15
  • Auditorio